El corazón es uno de nuestros órganos más importantes y él también entiende sobre la calidad de los productos que comemos. Por eso es importante que cada vez más los panaderos y pasteleros ofrezcan mayor oferta de pan de grano completo. Es decir, panes elaborados con harinas molidas con grano completo (germen, salvado y endospermo) y otras variedades que por su elaboración ya lo incorporan, como panes integrales, multicereales, de semillas, etc. En concreto el Proyecto SUN de la Universidad de Navarra ha publicado recientemente un estudio, en el que se pone de relieve la importancia de cuidar la calidad de los hidratos de carbono que se ingieren a la hora de reducir el riesgo cardiovascular en la población.
En concreto, en el estudio, que se llevó a cabo en 17.424 personas, se encontró una asociación inversa, entre la calidad de los hidratos de carbono ingeridos (cuantificada mediante un índice de calidad de carbohidratos que tiene en cuenta la ingesta de fibra, el índice glucémico, la proporción hidratos de carbono procedentes de cereales enteros/cereales totales y la proporción hidratos de carbono sólidos/totales) y la incidencia de enfermedad cardiovascular, observándose la asociación más fuerte, cuando se ingería una mayor proporción de carbohidratos a partir de cereales completos.
En este sentido, diversos estudios han asociado la mayor ingesta de fibra de cereales y el consumo más alto de cereales de grano completo, con una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, habiéndose observado, en algunos de ellos, reducciones de hasta un 21% del riesgo cardiovascular, al consumir entre 48 y 80 gramos al día de cereales de grano completo.
En relación con estos alimentos, la Dra. Navia, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, ha señalado que los cereales integrales son ricos en fibra, vitaminas, minerales y compuestos fitoquímicos (polifenoles), con reconocidos beneficios para la salud y recalca la importancia de incluir estos alimentos de forma diaria en nuestra dieta, “actualmente, se está dando gran importancia al consumo de cereales integrales y, especialmente, de cereales de grano entero, por los múltiples efectos saludables demostrados por estudios epidemiológicos en relación con el consumo de estos alimentos” y señala que “se ha demostrado que su consumo habitual puede contribuir a reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas”.
Los cereales de grano entero, se caracterizan por conservar las tres partes del grano del cereal (germen, salvado y endospermo). Este último, está compuesto principalmente por almidón, mientras que el salvado y el germen, son ricos en fibra, minerales, vitamina B6, tiamina, folatos y vitamina E, así como en fitoquímicos, con acción principalmente antioxidante.
Teniendo en cuenta que las recomendaciones actuales dentro del contexto de una dieta equilibrada aconsejan que el 50% de la energía total ingerida proceda de los hidratos de carbono, con menos de un 10% de ésta a partir de azúcares sencillos añadidos, es importante señalar la conveniencia de cumplir con el aporte adecuado de estos nutrientes, pero también con la necesidad de cuidar la calidad de los mismos.
Fuentes:
– Zazpe I, Santiago S, Gea A, Ruiz-Canela M, Carlos S, Bes-Rastrollo M, Martínez-González MA. Associaton between a dietary carbohydrate index and cardiovascular disease in the SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) Project. Nutr Metab Cardiovasc Dis 2016; 26(11):1048-1056
– Sala-Vila A, Estruch R, Ros E. New insights into the role of nutrition in CVD prevention. Curr Cardiol Rep 2015; 17:26
– Pan cada día