Ya está acabando una de las semanas festivas más importantes de nuestro país y haciendo recuerdo de los días vividos, las experiencias tenidas y de las noticias leídas, no me queda más remedio que decir que las tradiciones de Semana Santa saben a dulces y pan.
Es rara la localidad española que no tiene una tradición en estos días que no tenga raíces en un producto de nuestra creación, ya sean monas de pascua, torrijas, hornazos, nazarenos, empanadas, roscos y otras delicias. Por ello, para los panaderos y pasteleros, estos son unos días de gran carga de trabajo, pero también de satisfacción por el trabajo bien hecho. También por ver a sus clientes habituales manteniendo las tradiciones y costumbres año tras año con los que además pueden compartir estos días festivos en los que muchas personas que viven fuera vuelven a sus tierras de origen en busca de los recuerdos de siempre.
Por ello, en este artículo de sábado de gloria, me gustaría destacar algunas de las tradiciones que he tenido la suerte de cruzarme en persona, en conversaciones, por las redes y en noticias.
Viernes Santo y hornazo de Priego de Córdoba
Una costumbre en la que los habitantes de la localidad acompañan al nazareno hasta el Calvario con sus hornazos, a base de pan y huevo, y esperan a que el Cristo con su brazo articulado los bendiga manteniéndolos en alto. Este los bendice 3 veces y ya se puede degustar con familiares y amigos. Hoy en día se hacen muchas formas de hornazo: de gallina, serpientes, bollos, etc. Lo importante es que sea de pan y con huevo duro.
Las monas de pascua en todas sus versiones
Una costumbre muy similar al hornazo andaluz, es la mona de pascua. Este dulce tradicional es muy típico de la zona mediterránea: Murcia, Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y zonas de Castilla la Mancha. Antiguamente su consumo simbolizaba que la Cuaresma y sus abstinencias habían terminado. Este tradicional rosco o bollo que también presenta en su versión tradicional un huevo duro, cuenta con diversos concursos en algunas zonas del país, como pasa en la región alicantina, dónde la Asociación Provincial de Panadería y Pastelería de Alicante ha realizado su XI Concurso de Monas de Pascua en la Comarca del alto, medio y Valles del Vinalopo. Se ha realizado como habitualmente en el Casino de Elda y el primer premio ha sido para la Panadería Sirvent, quedando segundos y terceros la Panadería Aracena y Panadería La Inmaculada respectivamente.
Estas monas que son de lo más tradicional, chocan con las versiones más modernas que se han ido realizando y que pueden tener como máximo exponente a Barcelona, donde las monas, son prácticamente concebidas como figuras de chocolate. Sus pasteleros vienen desde hace ya mucho tiempo, sustituyendo el huevo duro por huevos de chocolate, y han creado en sus escaparates y creaciones, verdaderas artesanías en chocolate. Allí, la tradición manda que el padrino regala una mona a su ahijado el mismo Domingo de Pascua, lo cual, puede ser el origen de la incorporación del chocolate, por ser más gustoso para los niños. La mona más tradicional está formada por un pastel a base de bizcocho, con mantequilla, yema, chocolate y fruta confitada como elementos principales y huevos de chocolate para decorar, según el Gremio de pasteleros de Barcelona. Muchos son los talleres y creaciones que se hacen hoy en día en base a estas figuras de chocolate, que se han convertido en la reina de las fiestas para pequeños y mayores.
Roscos de Semana Santa
Otra de las recetas que no faltan en las casas y en las pastelerías son los roscos. Podemos encontrarlos
fritos, al horno, con anís, con clavo, y de muchas formas. En estas fiestas, y coincidiendo que he pasado unos días en San Fernando, Cádiz, he podido probar los roscos de Semana Santa que se hacen para la ocasión, y que tienen como máximo exponente la Pastelería Victoria, en la mismísima calle Real de la ciudad.
Algunas nuevas creaciones: el nazareno de Málaga
Otro de los dulces que han llegado a mis manos en estos días, ha sido una tradición reciente: el
nazareno. Un dulce que nació hace ya casi 15 años en la capital malagueña, como ganador de un concurso organizado por la Asociación de Pasteleros Artesanos de Málaga. Su creador fue Manuel Jiménez, quien mezcló harina, vino Málaga, maicena, pasas, nueces y fruta confitada para obtener el primer premio. Hoy es una nueva tradición que se va consolidando en fama y ventas y que es 100% de la tierra.
Las inolvidables y eternas torrijas
Aunque a este dulce ya le dedicamos un homenaje especial el viernes de dolores, tenemos que volver a mencionarlo, con conocimiento de las millones de torrijas que se habrán elaborado en estos días de forma artesana a manos de nuestros pasteleros/as y panaderos/as, además de las familias que se hayan reunido a pasar un rato juntas elaborándolas todos juntos. Porque no hay nada más bonito que compartir momento de cocina y gastronomía con los que más quieres. Y si es con una rica torrija con miel, azúcar y canela, o en sus más exóticas versiones, mejor.