Las orejas de carnaval son un postre típico de Galicia en estas fechas tan señaladas del carnaval, también llamado Entroido en esa región. Este postre típico de la zona gallega es muy parecido a los pestiños de otras regiones como la andaluza y deben su nombre a la característica forma que se les queda después de freírse.
Como pasa con muchos de los dulces típicos, a veces, hay que darles una vuelta, reinventarlos, cambiarlos levemente para mejorarlos, y en este caso, es lo que la protagonista de nuestro artículo ha hecho. Natalia Torres, que despacha su propio local llamado Pan A Gusto, ha creado unas orejas de carnaval con harina de espelta blanca que tampoco llevan leche. Con esto consigue varios propósitos, que estén adaptados a las personas veganas e intolerantes a la leche, y además seguir con su línea de creación de productos ecológicos para su clientela.
Esta mujer investigadora y panadera descubrió su pasión profesional tan solo hace unos años después de quedarse en el paro con 45 primaveras. Tras pasar por vender durante años bajo pedido a clientes y en el mercado artesano de Bouzas, hoy está viendo como su propio negocio despega, poniéndole la misma ilusión y trabajo que tuvo en el inicio. Sus comienzos fueron duros, amasando a mano y con dos hornos normales, vendiendo en la calle y dependiendo del clima, pero hoy puede estar orgullosa de lo que ha logrado poder apostar por su pasión: hacer pan y repostería sana. Comenzó vendiendo en ferias y ahora lo despacha en local propio: Pan A Gusto.
Eso si, el hecho de contar con su local propio no le ha cambiado su objetivo de hacer pan ecológico enfocado a clientes que valoran el pan más allá de su precio, aunque muchos clientes le comentan que ahorran con su pan porque aguanta más tiempo y no tienen que tirarlo al día siguiente. Solo emplea harinas ecológicas de cereales como espelta, kamut o tritor deum, que es una mezcla de trigo duro y cebada que nació de una investigación desarrollada en España. El más normal que se puede hallar en su local es de trigo molido a la piedra mezclado con centeno. No usa derivados animales si no aceite de oliva y bebidas vegetales, tampoco azúcar refinado que sustituye por panela, ya que no tiene valor nutritivo y solo aporta calorías.
Esta emprendedora cuenta que su nuevo local sigue teniendo una producción limitada, aunque consigue repartir a dos tiendas de Vigo y otra de Redondela. Sus propias manos, una amasadora y un horno, son sus herramientas básicas. Su secreto: harina, agua, sal, masa madre y tiempo. La fermentación lenta de la masa madre hace que el sabor y el resultado sean distintos, y esto les llega a los clientes también.
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