Llegó la semana santa, y con ella las panaderías y pastelerías vivimos momentos de mucho trabajo y también muy especiales. Hoy, os vamos a hablar de un caso muy especial de una panadería malagueña que vive en estos días su aniversario más especial. Es la tradición de martes santo en Benalauría, el día en el que la Panadería Hermanos Guerrero pone su horno de leña centenario al servicio de todo el pueblo para que puedan hornear sus platos con el sabor de siempre.
Esta panadería que vive ya la cuarta generación de panaderos lleva organizando esta ceremonia desde que el horno se puso en marcha en 1.882. Fue entonces cuando el fundador, Antonio Guerrero, aprovechando que celebraba el bautizo de una de sus hijas en martes santo, decidió abrir el horno de leña para que todos sus paisanos pudieran hornear sus recetas típicas de Semana santa.
Cada martes santo desde entonces mantienen la tradición de dejar el horno de leña abierto para que todo aquel que quiera utilizarlo lleve sus recetas. Mayte Guerrero, una de las actuales propietarias y bisnieta del fundador, sigue trabajando en el horno familiar junto a sus dos hermanos. Nos cuenta que “es un día muy especial para todos en el que pueden compartir mucho más con sus clientes, amigos y todo el que quiera acercarse”. También relata que “en el origen todo eran recetas dulces típicas de las fechas, pero hoy hay algunas personas que también hornean recetas saladas”. “Lo dulce sigue ganando, pero está abierto para todo lo que quieran traer”. Cada año es más conocido este ritual, y de hecho, en otros años, han tenido hasta visitas de la televisión que han hecho reportajes sobre su jornada de puertas abiertas.
Hoy, más de 70 familias han pasado por esta panadería de la calle Moraleda en Benalauría, para celebrar esta tradición para todos. Entre las recetas más típicas han estado los hornazos, como en otros tantos lugares, también mantecados, bizcochos, empanadas y algún que otro plato de carne, pescado o verduras. Mucho color y recetas para un día tan especial en esta panadería artesana que elabora cada noche un pan único de los de siempre, de masa madre y cocido con tiempo y cariño. Un cariño que por un día se traspasa a todos los platos y recetas que puedan caber en ese centenario horno de leña.
