El jueves lardero marca en la actualidad el inicio del carnaval, pero en algunas poblaciones coincide con celebraciones ancestrales, como ocurre con la población de Fernan Nuñez. En esta localidad cordobesa hace años que el jueves lardero y el Hornazo son una tradición histórica.
Esta tradición se remonta a la conquista de Granada por los Reyes Católicos y, en ella tomó parte Don Fernando Gutiérrez de los Ríos, noveno Señor de Fernán Núñez. Don Fernando de los Ríos a petición de los reyes católicos, partió a la Guerra de Granada liderando una tropa y escribió, desde su destino a su esposa doña Urraca Venegas, que durante su ausencia gobernara sus tierras, entre las que se incluía Fernán-Núñez, encargándole que cuando tuviese noticia de la rendición de Granada a las tropas cristianas, reuniese al pueblo y festejase con él tan fausto acontecimiento.
Granada capituló el 2 de enero de 1492, tras un largo cerco. Dicha noticia llegó muy rápidamente a Fernán-Núñez, pero Doña Urraca, esposa ejemplar, prefirió esperar para celebrar el acontecimiento, al regreso de su marido. El jueves anterior al Domingo de Carnaval, tuvo lugar la celebración del magno acontecimiento, en la Villa. El pueblo entero participo marchando al bello paraje de El Pozuelo, donde el Señor de Fernán-Núñez tenia convenido que se les sirviesen abundantes viandas y manjares, entre los cuales figuraba una especie de torta, hecho de harina, manteca y azúcar, con un huevo cocido incrustado en su centro, al que se llamaba hornazo, el cual quedo, para lo sucesivo, como símbolo de la fiesta, que con el nombre de jueves lardero (de lardear, o untar el pan con manteca) se viene celebrando año tras año, desde aquellas lejanas fechas.
Esta festividad se ha convertido en una tradición de la villa y sigue celebrándose cada año de forma ininterrumpida desde hace más de 500 años. Con éstos mimbres hace ya unos cuentos años, un panadero de Fernan Nuñez, Andrés Navajas Laguna, barruntó la idea de realizar un gran Hornazo, un trabajo colosal, gigante, del que disfrutara sin distinción todo el pueblo y ahí nace la costumbre de realizar el hornazo gigante como celebración del jueves lardero en el paseo de Santa Marina, una gran plaza de la localidad y que apoya el propio Ayuntamiento.
Este año el hornazo realizado ya por su hijo Andrés ha medido 5 metros con 30 centímetros del cual han degustado todo el pueblo y muchos visitantes de localidades cercanas.
[…] para celebrar esta tradición para todos. Entre las recetas más típicas han estado los hornazos, como en otros tantos lugares, también mantecados, bizcochos y algún que otro plato de carne, […]