Dicen que Nueva York es una de las capitales de la moda y el diseño. En este caso lo ha sido, eso si, en el campo de la pastelería, donde han creado un donut de oro y champán. Han conseguido hacer de este bollo que cualquiera puede comer a diario, un producto exclusivo y de lujo que no todo el mundo se puede permitir.
El precio de esta creación es de 100$, que se justifican, no solo por la idea y el concepto, si no también por sus ingredientes. Entre ellos se encuentran la cobertura de oro de 24 kilates, el barnizado de champán y el relleno de mermelada morada. La combinación da como resultado un donut “sorprendemente delicioso” según palabras de Adam Platt, gurú culinario de la New York Magazine. Eso si también reconoce “que no mandaría a nadie corriendo a comprar una unidad”.
El particular donut solo está a la venta los viernes, y puede recogerse en el restaurante o pedirlo a domicilio. Si haces un pedido de 12, te ofrecen un descuento. Aunque pueda parecer difícil, reciben pedidos de esta categoría y han llegado a recibir pedidos de otros estados como Texas, aunque declinaron enviarlas en avión. Sea como sea cada semana agotan las existencias producidas.
Su creador es el chef filipino Bjorn De la Cruz, del restaurante neoyorquino Manila Social Club en el distrito de Brooklyn. Un creador consciente de que su exclusiva joya comestible no iba a pasar desapercibida entre el público. Su inspiración surgió en un evento donde vió un dulce empolvado en oro y decidió poner manos en masa y crear algo especial para su menú de fin de año. Así comenzó todo, y a día de hoy ha recibido tanto críticas feroces como aplausos, para el que es considerado por muchos, el bollo más caro de la historia.
