Ha llegado el día de San Valero, patrón de la ciudad de Zaragoza, y con él su tradicional dulce: el Roscón de San Valero. Muchos son los conciudadanos que celebran esta festividad con este postre que se asemeja en composición al tan famoso roscón de reyes.
Los más antiguos nos confiesan que la receta ha ido modificándose para adaptarse a las nuevas exigencias de los clientes. En su origen fue un bollo cerrado y aplanado, sin nada en su interior. Poco a poco se le fueron incluyendo nata de relleno, azúcar espolvoreado, y por último, las famosas frutas confitadas. Esta es la receta que hoy se considera como tradicional.
A estos ingredientes, hay una pastelería que le añade su toque especial: almendra tostada y avellanas. Es la Pastelería Lires, que además de elaborar sus roscones habituales para los clientes este año ha tenido un encargo especial: realizar el roscón de San Valero gigante para El Periódico. Un evento que este año cumple 25 años y que pone a disposición de los ciudadanos este dulce típico junto a una taza de chocolate caliente. Como todos los años se ha celebrado en la Plaza del Pilar, a las 10 de la mañana. Enrique Reinao, dueño de la pastelería, cuenta que se han elaborado 450 metros de roscón (unas 750 barras para unas 7.000 personas). Para prepararlo a la forma tradicional, han necesitado seis personas trabajando durante dos o tres días previos al evento.
La Asociación de Pasteleros de Zaragoza calcula unas ventas aproximadas de 150.000 roscones durante el fin de semana y días previos. No obstante, esta cifra no alcanzará la conseguida el año pasado en la que se realizaron cerca de 200.000 unidades de tan típico roscón aragonés. Según el Presidente de la Asociación de pasteleros, Ramón Sorroche, esta disminución en las ventas se debe al calendario de fiestas de este año. El festejo del patrón ha recaído en viernes y muchos de los zaragozanos han aprovechado para salir fuera y viajar.
Desde nuestro medio les felicitamos el día de San Valero a todos los zaragozanos y en especial a todos los pasteleros que han trabajado para endulzar esta festividad a sus paisanos. Porque una fiesta endulzada siempre sabe mejor.