Este año el Día de la Madre llega con el primero de mayo e, independientemente de los regalos, a veces lo que una madre necesita es poder disfrutar de un día relajado en el que ella sea la protagonista; sin preocupaciones, trabajo, tareas escolares o desayunos de los que preocuparse. Precisamente, entre todas las comidas del día, el desayuno es el que generalmente se disfruta a diario en casa y en familia. Además, el domingo resulta ser un buen día para saborearlo sin prisas.
Pues que mejor momento para ofrecer a las madres, ese pan especial o ese dulce que no se permite todos los días, que mejor forma de decir a tu madre que la quieres, que con su pastel favorito, o su buena tostada con jamón ibérico que no se permite todos los días, porque normalmente se priva de todos los caprichos por su familia.
Por eso, os animamos desde aquí a tener ese día en familia todos reunidos, aprovechando para celebrar el día de la madre y también el día del trabajo, para que no falte o vaya viniendo cuando se lo busca. Doble felicitación tendrán el domingo las mujeres panaderas y pasteleras, por lo que desde aquí queremos haceros un especial homenaje a todas vosotras, tanto a las que estáis amasando y formando las delicias que nos comemos, como a las que apoyáis a vuestro maridos con la venta, el marketing e incluso con el reparto de las obras de arte que salen cada día de sus hornos para hacernos felices a todos los que las compramos y degustamos en casa.
Sin duda, algunas de las madres y mujeres a las que homenajeamos saben que el desayuno es la comida más importante del día y por ello no dejan de recordarlo. Frases, a veces ciertas y otras no, como “bébete el zumo antes de que se le vayan las vitaminas” o “tómate las tostadas, que se enfrían” han protagonizado y protagonizan la infancia de todos. Por ello, es un buen día para devolver a las madres sus cuidados y prepararle un buen desayuno nutritivo que le haga sentir especial porque, a veces, no hace falta hacer esfuerzos económicos; los pequeños detalles marcan la diferencia.
Todos esto sin olvidar, que un buen desayuno o merienda, puede ser goloso, especial y a la vez ser una comida saludable. Para ello no tienen que faltar la leche y productos lácteos, aceite de oliva virgen extra, productos cárnicos, café, té o infusiones, pan, cereales, zumos de frutas y frutos secos, y por supuesto ese dulce especial que le de una sonrisa final a ese momento especial.
